El concepto
Este proyecto parte de una observación: la ecología y fabricación de la ciudad el hacer de la ciudad forman dos mundos que movilizan culturas y referencias muy diferentes.
Sin embargo, necesitamos ecologistas aún más competentes en planificación urbana y urbanistas aún más competentes en ecología.
La formación Ciudades Terrestres pretende así contribuir a ampliar el espacio común entre ecología y urbanismo.
¿No es la noción del hábitat tan central en la ecología como lo es en la arquitectura? ¿Y la crisis ecológica no es, en el fondo básicamente, un conflicto de hábitats?
“Si la ecología es la ciencia de la relación de los seres vivos con la Tierra, entonces la ecología urbana plantea una pregunta fundamental: ¿cómo reorganizar los hábitats humanos para que encajen en otros hábitats terrestres?; ¿Cómo podemos rehacer la sociedad con la Tierra?».
Ecología a través de las ciudades
La ciudad contemporánea es una de las responsables de la crisis ecológica y una de las primeras víctimas de sus efectos.
La ciudad puede y debe convertirse en una palanca para resolver la crisis ecológica. Para implementar la reubicación, debemos actuar preferentemente desde los municipios.
Algunos municipios y áreas urbanas ya están iniciando un proceso de transición. Pero sin una visión a largo plazo, ¿cómo implementar las medidas necesarias, promover iniciativas ciudadanas e involucrar a los habitantes?
¿Cómo deberían ser las ciudades verdes del mañana?
Nuestro diagnóstico:
desorden global, pero soluciones locales.
Desde el punto de vista de los Estados y organismos internacionales, que adoptan un enfoque global e industrial, el clima es visto como el principal problema ecológico y, el planeta, como un mega-objeto a gestionar. Desde esta perspectiva, la respuesta es la reducción de las emisiones de CO2 (“descarbonización”) y, si es necesario, la geoingeniería.
¿Por qué es incorrecto este enfoque?
Porque ni la reducción de emisiones de CO2, ni la geoingeniería, tendrán el más mínimo efecto positivo sobre el que es el gran problema ecológico de nuestro tiempo: la extinción de la vida en la Tierra (“Sexta extinción”).
A nivel de municipios y territorios, sabemos que la crisis ecológica consiste ante todo en la desaparición de los seres vivos, y que esa desaparición se debe a nuestras formas de ocupación el espacio.
Concentración parcelaria, expansión urbana, all-cars, destrucción de hábitats, desaparición de aves y fauna, degradación de las condiciones de vida y de la salud…
Se trata pues, ahora, de reinventar la ciudad y el campo, de recomponer la relación entre hábitat, producción y alimentación.
/!\ La respuesta no está tanto en la descarbonización como en la reducción energética, es decir, la reducción del consumo energético de las sociedades industriales.